¡¡Buen día, visitantes!! Pasada ya la fiebre de Halloween, fiesta que no me atrae mucho que digamos..., continuamos con otro tema del momento, que no es otro que ¡el otoño! ¿Qué original, verdad? Pero es que tiene su encanto. Los colores que adquieren los montes, las hojas marchitas, los días más cortos, el calor del hogar... Toda época del año tiene sus características especiales. Y esta no es menos.
Parece que, en cuanto a colores, siempre nos vamos a la primavera, con su explosión de flores y hojas nuevas, con su verde fresco y la luz que anuncia el verano.
¿Y qué me decís de los colores del otoño? Los ocres y amarillos de muchos árboles, los frutos, rojos en el caso de numerosos arbustos, las preciosas flores violetas que surgen del suelo como de la nada,... Dan al paisaje un tono muy especial.
Por no hablar de la "explosión" de diferentes tipos de setas en el suelo de los bosques. ¡Qué colorido en muchos casos! Naranjas, rojos... Ese ambiente mágico de los gnomos y duendes, ese olor a tierra húmeda...
Basta darse un paseo por el bosque para encontrar todas estas maravillas que nos brinda la naturaleza. Sí, también en otoño.
¡Pero, ojo! Si no somos grandes expertos en setas y no las distinguimos, yo aconsejaría ni tocarlas. Sobre todo si vamos con niños. Y es que precisamente algunas de estas setas más bonitas y llamativas, que nos presentan además en tantos cuentos infantiles, pueden resultar fatales debido a sus venenos. Con sus colores nos advierten ellas mismas de su toxicidad. Se ven de lejos y nos dicen "¡soy peligrosa, ni me toques!"
Otras, sin embargo, son difíciles de distinguir entre la hojarasca del suelo del bosque. Sus colores son más apagados, humildes... pero aun y todo, hay que conocerlas bien para no ponerse en peligro.
Cierto es que muchas de estas setas, las comestibles, son muy apreciadas en cocina y la gente parece que se vuelve loca para encontrar su lugar secreto en el bosque.
Reconozco que me gustan y son muy ricas, pero yo sola no me veo capaz de diferenciarlas. Así que me conformo con ver su sencilla, y a la vez enorme, belleza en el suelo del bosque, en su ambiente húmedo, entre la hojarasca. Formando parte de la magia del paisaje del bosque en otoño.
Quería compartir con vosotros este paseo otoñal por el monte. Espero que os haya gustado y, si tenéis oportunidad, salgáis a disfrutar de esta estación maravillosa.
¡Muchos besos y feliz semana!
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