¡Hola!
¿Sabes que gané el sorteo del Reto desvanero nº 13 de DIY. Mi desván de artesana? Y mira que dicen que el 13 es el número de la mala suerte... ja! ¡Pues a mi me fue genial! ¡Qué ilusión! El tema era "piensa en positivo" y esta fue mi aportación: cartel "piensa en positivo"
Me tocaba proponer tema, y se me ocurrió la "fauna". Veo que, de una forma o de otra, la fauna, los animales, están presentes en nuestras creaciones. Así que venga, a buscar algo.
Y no fue difícil, ya que había algo por ahí que tenía pendiente... Y es que, en cuestión de orden ( o desorden) siempre me topaba con el mismo problema. "¿Has visto el calzador?" "Pues lo acabo de usar, por ahí estará..." "¡Está en su sitio!" (¿?) (Y cuál es su sitio?) "¡Pues no lo veo!" :D
Y no fue difícil, ya que había algo por ahí que tenía pendiente... Y es que, en cuestión de orden ( o desorden) siempre me topaba con el mismo problema. "¿Has visto el calzador?" "Pues lo acabo de usar, por ahí estará..." "¡Está en su sitio!" (¿?) (Y cuál es su sitio?) "¡Pues no lo veo!" :D
Esto había que arreglarlo. Manos a la obra: una pequeña percha para tener siempre "en su sitio" el calzador. Y como no esté ahí... ¡rodarán cabezas! ;)
En realidad compré una peana redonda de madera. Primero, pintura blanca ("blanco neutro"), sobre ella un color melocotón (lijadita entre mano y mano). Tras la última mano una lijada algo más fuerte por algunas zonas para sacar el color de base.
Tras la pintura, hice un estarcido con una plantilla de una libélula en un tono marrón. Suave lijada para desgastar algo el dibujo.
Al final le di cera. Me apetecía probar una con toque metálico, cobre, que había adquirido hacía poco. La pasé con un trapo de algodón y volví a pasar con el trapo para quitar el sobrante. Puede que se oscureciera algo más de lo que esperaba, pero bueno, le dio ese color cobrizo, y cierto aire envejecido que no me disgustó.
Y ahora sí, para finalizar del todo, un pomo-percha con otra libélula, por supuesto, y un colgador detrás. ¡Listo! Al tener esa forma el pomo, el calzador necesitaba un cordón. Se lo puse de un cuero que iba con el color general (eran restos de un "cuelgas-gafas" que ya no usaba).
Ahora ya no hay excusa. El calzador siempre estará en su sitio, no andará perdido entre los zapatos, caído bajo el asiento, o dentro de un armario... Fácil para encontrar y decorativo. ¿Te gusta?
Pues vamos a ver qué más propuestas faunísticas tiene Rebeca en su desván de artesana.
Y como es algo sencillo, me llevaré mi colgador al Finde Frugal nº 128 de Marcela y a Inventando el Finde, de Olga. ¡Vamos para allá!
¡Un besote!
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