¡Hola, hola! Avanzando viento en popa a toda vela, allá va agosto y el veranito. Menos mal que todavía queda recorrido y se puede seguir disfrutando del calorcito y la luz. Aunque hay algo que ya echo en falta... son los vencejos y su sonido característico volando y rozando las fachadas al atardecer... De aquí parece que ya se han ido, aunque imagino que "por allí abajo" aún seguirán... Pues nada, esperaremos a finales de abril-primeros de mayo para volver a verlos y oírlos, auténtico símbolo del buen tiempo y el verano para mi.
Tomado de: http://www.licordegranadas.es/index/licuadora/bienvenidos-vencejos/ |
Bueno, pero no estoy aquí para hablar de vencejos (ya haré alguna manualidad con sus siluetas... :D). Hoy vengo a enseñaros una cajita de papel maché decorada con decoupage para una compañera de trabajo que conoce y le gusta la cultura inglesa, así como su idioma, que domina a la perfección.
Es una caja que ella tiene en su mesa de trabajo desde hace muchos años. Y hace poco comentó que no sabía qué hacer con ella, que la veía sosa y si tuviera más color, mejor... Dudó si tirarla o qué. Yo que oí eso, pues no lo pude evitar, "Cómo!, ¿Tirarla? Ya te hago algo con ella, la pinto e intento animarla..."
Pues nada, a casa con la caja. ¿Y qué he hecho con ella? Pues la he pintado con pintura a la tiza, de un color crema. Ya tenía intención de darle toques con colores de la bandera inglesa, pero, esas casualidades de la vida, en mis vacaciones he encontrado unas servilletas cuyo único motivo es ese: ¡un montón de banderas como superpuestas unas sobre otras!
Decidí poner la servilleta sólo en la tapa: di cola para decoupage y la dejé secar. Después pasé la plancha, con calor moderado: poniendo sobre la tapa la hoja de servilleta con el dibujo, sobre ella, papel para horno y sobre el papel, la plancha. Al ser una superficie plana, se puede utilizar este método, que me encanta porque facilita que no queden arrugas. Si se ve que ha quedado alguna zona sin pegarse bien, se puede volver a pasar la plancha de la misma forma y luego, manteniendo el papel de horno, poner unos libros con peso sobre la tapa. Así toda la superficie queda bien adherida.
Para pegar los laterales tuve que hacer algunos cortes en la servilleta e ir encajando las partes, como se ve en la imagen de arriba.
Para acabar, un par de manos de barniz mate y ¡listo! Ya está renovada la caja, con más color y personalizada por completo.
Preparada para seguir cumpliendo su papel en la mesa de trabajo: esos clips que siempre andan por ahí perdidos, una grapadora...
Todavía no la ha visto, se la daré más adelante y espero que le guste. Si quiere más color, podré poner más servilleta por el resto de la caja, por la base. A ver qué le parece...
De momento, antes de dársela, me la llevo con Marcela y el resto de compañeras. Seguro que hay trabajos geniales en su Finde. ¡Vamos a verlos!
¡Buen verano!
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